viernes, octubre 15, 2010

¿Me explicás lo del 82 por ciento móvil así mido?

Sí, claro. Es más o menos así.
(Gracias, Alejandra Gallo, del diario Clarín, a quien no recuerdo haberle leído notas demasiado reñidas con aquello que dábamos en llamar #periodismo).

6 comentarios:

Escribidor dijo...

Me parece que Clarín tendría que ser una especia de revista sectorial a esta altura. Es como una revista de vinos que alaba la industria de la vitivinicultura. Ya no sorprende con sus notas

Matías dijo...

Me gustaban más cuando hablaban del techo kirchnerista, escriba.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Y, Matías... pero es que si te serruchan el piso...

Punto de Desequilibrio dijo...

"La recomposición de los haberes no puede quedar supeditada a la sustentabilidad del sistema con la estructura de ingresos que ésta tiene hoy. Mientras el gobierno sostienen esta lógica no tiene ningún reparo en confundir la caja previsional y el resultado del tesoro para exhibir un superávit fiscal que viene menguando, aprovechando el superávit previsional. Tampoco tienen ningún recaudo en complicar la sustentabilidad del sistema utilizando parte de los recursos del Fondo de sustenantabilidad para salvar a los capitalistas de la crisis como hicieron el año pasado, aunque estos siguieron despidiendo trabajadores y bajando salarios.
Los recursos del sistema previsional se nutren en gran parte de los impuestos recaudados por el tesoro (algo así como el 15% de la recaudación nacional se destina a la ANSES). En la estructura impositiva del país hay un enorme peso de los impuestos al consumo, que tienen mayor peso sobre los sectores más pobres, y un peso casi irrelevante de los impuestos a la propiedad. En el caso de la ganancia, la renta financiera no está gravada en absoluto, y existen numerosas exenciones y desgravaciones que permiten una alta tasa de elusión para estos impuestos directos. Junto con los aportes patronales, acá habría mucha tela para cortar en vez de condenar este modesto aumento con pronósticos agoreros.
Esta masa de recursos, junto con la declaración del no pago de la deuda externa y la apropiación íntegra de la renta agraria (y minera e hidrocarburífera) sobre la base de la expropiación de los grandes terratenientes, permitiría los recursos tanto para sostener el el 82% móvil para todos los jubilados, como para garantizar trabajo para todos con un ingreso acorde a la canasta familiar.
Como se ve, el desfinanciamiento del sistema no es en modo alguno un futuro inexorable, sino que parte del supuesto -que une a los K con la oposición patronal- de que no se tocarán las ganancias financieras, la gran propiedad y los aportes empresarios. Y también, de que no cambiará la política de los K de usar los fondos previsionales para una gran variedad de fines, menos garantizar a los jubilados haberes que no sean miserables, lo cual no podría hacerse si hubiera un control democrático de esos fondos por parte de los trabajadores activos y pasivos". post completo en http://puntoddesequilibrio.blogspot.com

Matías dijo...

Usté sabe mucho más que yo de política escriba, ¿Me va a decir que el gobierno no podría haber planteado una crítica "un poco" más superadora que salir a denunciar las negras maniobras de la oposición? ¿La gestión pública no se trata justamente de eso, de gestionar? Digo, si a mí una plataforma electoral me propone que "no se hará nada que no se pueda hacer con el estado de cosas vigente", entonces definitivamente no los elijo. Yo veo que se podrían haber planteado desde las bancas oficialistas en el legislativo (y sé que hay) alternativas de financiamiento (mucho más allá de la de los aportes patronales, opción facilista y poco analizada si las hay) y/o alternativas del propio sistema previsional para convertirlo en más progresivo y no tan oneroso, pero no se hizo.

Creo yo nomás

rinconete dijo...

Así como el kirchnerismo transformó a la derecha argentina, siempre propensa a apoyar golpes de Estado, en una incansable defensora de la institucionalidad incluyendo cualquier reglamento menor, ahora a convertido al empresariado argentino, que siempre pidió bajar cargas sociales, congelar sueldos o eliminar ventajas sociales, en un colectivo socialista que apoya un enorme aumento del gasto público.

Los K dejan un país mejor, sin duda.